No hay mejor médico que los pensamientos felices para disipar los males del cuerpo.
No hay mejor reconfortante que la buena voluntad para disipar las sombras de la pena y la amargura.
Vivir continuamente con pensamientos malévolos, cínicos, y envidiosos, es confinarse en una prisión hecha por uno mismo. Pero pensar bien de todos, ser amable con todos, y pacientemente aprender a encontrar el lado bueno de las cosas – tales pensamientos son las verdaderas puertas del cielo; y vivir el día a día en pensamientos de paz hacia toda criatura atraerá paz en abundancia a su poseedor.
"Una persona no puede directamente escoger sus circunstancias, pero si puede escoger sus pensamientos e indirectamente -y con seguridad- darle forma a sus circunstancias." James Allen
No hay comentarios:
Publicar un comentario