¿Qué inquietudes y preocupaciones del pasado y el futuro crean angustia en el mundo de hoy? por Herminio Otero
Los miedos del pasado que todavía nos atenazan o lo temores ante el futuro que nos envuelven, hacen que el presente no sea como lo esperábamos sino como lo temíamos. Y sin embargo, podemos vivirlo libres de angustias programadas.
Los seres humanos somos conscientes de lo que nos pasa y sabedores de lo que nos puede pasar. Por eso somos seres poblados de miedos: andamos llenos de inquietudes del pasado y sembrados de preocupaciones ante el futuro.
Portamos angustias programadas que nos impiden vivir el presente con plenitud. Y a la vez estamos habitados por sueños que nos ayudan a vivir. Entre el pasado oscuro y el futuro incierto, nos refugiamos ahora en el presente fugaz que intentamos convertir –a veces con qué precio – en presente eterno.
Lo que cuenta es el presente
En su reciente libro "El ciudadano conforme", Justo Zambrana, habla de las teologías del presente. Y desde ahí saca conclusiones y hace un retrato de lo que ahora vivimos:
- “Lo Intenso”: Si lo único que cuenta es el presente, hay que vivirlo a tope, intensamente. Lo peor es el tedio y lo mejor la euforia. Dionisos es el gran dios de la civilización posmoderna.
- “Lo Nuevo”: Para no aburrirse y vivir intensamente se necesita consumir muchas novedades. Los cambios en todos los aspectos de la vida son vertiginosos. La moda que antes afectaba a los vestidos, ahora afecta a todos los artículos. Lo nuevo como valor no queda reducido a los bienes materiales, también se cambian las ideas, el arte, las compañías sentimentales...
- “Lo Joven”: Para vivir intensamente y ser capaz de cambiar hay que ser joven. Se busca la juventud permanente. Hoy son los viejos los que imitan a los jóvenes. Las clínicas de cirugía estética se multiplican y los artículos incorporan un ciclo de vida más corto. Fausto se ha convertido en un personaje de masas.”
He aquí un retrato para entender qué nos pasa ahora y cómo estamos atrapados entre lo intenso, lo nuevo y lo joven, y cómo eso nos lleva a vivir a veces con angustias inconscientes, anclados como estamos entre el pasado y el futuro.
“Durante milenios lo importante era el pasado;
los últimos siglos, lo importante ha sido el futuro;
hoy lo que cuenta es el presente”
-Justo Zambrana-
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