domingo, 24 de octubre de 2010

Los valores del deporte

Observando la actualidad de los últimos días quería destacar el Premio Príncipe de Asturias del deporte concedido a la selección española de fútbol por su hazaña de ganar el Mundial hace unos meses.

Considero excelente el discurso del Príncipe, así como las palabras del seleccionador español, Vicente del Bosque, y especialmente destacar el magnifico gesto que tuvo al invitar a compartir el premio a su antecesor en el cargo, Luís Aragonés. Ojala este gesto se diera en otros campos como la política, la empresa o la cultura, donde la gente fuera capaz de ser humilde y reconocer los méritos del que le precedió en el cargo. Para mi, el que Vicente del Bosque ganara el Mundial es producto de un cúmulo de circunstancias.

La metáfora de esto es como aquel que quiere abrir una botella y no puede, así que pide ayuda a uno que hace mucha fuerza para abrirlo y no puede, se lo pasa a otro y a otro, así hasta que llega al último que con un simple gesto de girar la rosca acaba abriéndolo. Considero que esta situación se da más frecuentemente de lo que creemos, por tanto, no alabemos tanto al último que consiguió el objetivo sino que seamos conscientes de todas las fuerzas que han participado.

Bien, centrándonos en las palabras del Príncipe comenzó diciendo “En la noche del domingo 11 de julio de este año, España vibró emocionada, ante un acontecimiento largamente soñado: nuestra Selección de Fútbol logró el título de Campeona del Mundo, limpiamente y superando momentos muy difíciles. Por esta razón, y por haber dado un gran ejemplo deportivo y humano durante el largo camino hasta llegar a esa cumbre excepcional, ha sido reconocida con el Premio de los Deportes”. Que duda cabe que no solo fue un merito deportivo sino un logro que pone en valor a todo un país que se quita el complejo de país que no llega a conseguir grandes logros mundiales.


Hay que destacar que la esencia del éxito de esta selección han sido los valores que han acompañado “hasta lograr la victoria final, nuestro equipo puso de manifiesto esos valores por los que tan justamente ha sido alabado en todo el mundo: voluntad y tesón, máxima deportividad, humildad, y un juego en el que los rasgos colectivos del fútbol se engrandecían con la ilusión, el talento y la belleza”.

Esperemos que esta consecución deportiva sirva de estímulo para los jóvenes y vean la importancia de que “con la unión, el compañerismo, la nobleza y la confianza, se superan las caídas y las pruebas de la vida diaria. Sin perder nunca la esperanza ni la templanza cuando hay que luchar cotidianamente, cada uno en la tarea que nos corresponde”. Lo conseguido por la selección española es una clara “demostración de que la juventud española actual está preparada para aspirar a las máximas metas”.

Vicente del Bosque, como líder de este proyecto, también tuvo unas palabras muy destacables haciendo hincapié en que ellos abanderan y articulan un fenómeno universal de cuya trascendencia no cabe duda y que nos anima a tratar de ser mejores cada día.

Y nos dio las claves de la consecución de un logro como este que “no habría sido posible sin los valores del esfuerzo, el sacrificio, el talento, la disciplina, la solidaridad y la modestia. Los jugadores que han obtenido el Mundial han sido leales a dichos principios y a los de la deportividad y el honor. Defendiéndolos alcanzaron la victoria final”.


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